Nuestro nombre manifiesta la entronización de la soberanía de CRISTO resucitado en el corazón del hombre. Esto motiva para que se construya una sociedad que sea la primicia del REINO, que nos permita creer que el REINO de DIOS es posible. Se hace realidad si en la cotidianidad se manifiesta en el actuar los valores del amor, el respeto, la responsabilidad y la autonomía; además, enfatiza en la formación integral de las personas, lo que potencia el desarrollo de todas las dimensiones del ser y lograr influir positivamente en la transformación social y cultural de su entorno.
Hacer reinar a Jesucristo en el corazón de las personas, de las familias y de la sociedad a través de la educación; fundamento que impulsa la labor evangelizadora que busca el mejoramiento de la calidad de vida de las familias elevando su nivel social y cultural.
La cruz que atraviesa el mundo es símbolo de la presencia de CRISTO resucitado, para transformarlo todo en vida, en luz, en verdad, en justicia, en todo lo que DIOS es.
La corona significa la soberanía de CRISTO sobre las inteligencias, dominio de DIOS sobre la creación entera al aniquilar el mal que se opone a la plenitud y al constituirse como SEÑOR del hombre y de todas las cosas.
BANDERA
El color AZUL es el principio femenino de DIOS, representado en MARÍA, mujer. Ambos simbolizan la constante búsqueda de la perfección del esfuerzo en pos del conocimiento, lo mismo que la inquietud por acercarnos cada vez más a JESUCRISTO como verdad suprema, para que penetrados por EL, su reinado acontezca, en el corazón de los hombres.
El color BLANCO simboliza la pureza y virginidad Mariana, principio de vida y reflejo de la luz de CRISTO, ya que MARÍA, al consagrarse totalmente a la persona y obra de Jesucristo, se convierte en mediadora de su propia salvación y de la humanidad anticipando la bondad y el amor del REINADO de CRISTO en el mundo.
Las franjas horizontales simbolizan el mundo, donde el hombre vive su compromiso de transformación personal en CRISTO, en un proceso que crea un mundo nuevo, en el que se hace presente el REINO de DIOS en el hombre y en el universo.